de todo un poco como en botica

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miércoles, 2 de abril de 2008

nos parece que fue hace mucho tiempo pero para los que participaron parece que fue ayer

Las Malvinas son Argentinas

Hace 26 años la Junta Militar gobernante, con el General Galtieri a la cabeza, lanzó una operación sobre las Islas Malvinas, territorio argentino usurpado por Inglaterra desde 1833. Ese 2 de abril de 1982 multitudes acudieron a la Plaza de Mayo para festejar la recuperación de un pedacito de la patria.
En los días siguientes el apoyo a la ocupación fue creciendo, los medios de comunicación se dedicaron día y noche a trasmitir mensajes triunfalistas, los “periodistas” de la corporación mediática polemizaban en sus programas acerca de las virtudes de la guerra y hasta los partidos políticos, proscriptos por el régimen, manifestaron públicamente que retiraban su oposición a la dictadura por tratarse de una cuestión nacional.
La propaganda oficial anunciaba incansablemente a través de la radio y la televisión: “Ahora los argentinos nos volvemos a mirar como hermanos, porque, por fin y para siempre somos una sola fuerza, argentinos ¡a vence!” La guerra en las Malvinas se perdió en menos de tres meses. Las pérdidas humanas sumaron más de 600 y la derrota le costó el gobierno a los militares.
En 1982 la situación de la Junta Militar era grave. Galtieri había asumido la presidencia unos meses antes como parte de una política desesperada por salvar al régimen. Como afirma Luís Bruschtein : “Los militares venían ya de 6 años en el poder, de una dictadura que había sido sangrienta, sobre la base de instalar un modelo neoliberal en la Argentina. Pero a ellos no les iba bien desde el punto de vista de la economía y tampoco les iba del todo bien desde el punto de vista de ese plan de disciplinamiento social, a partir del terrorismo de Estado, que era el proyecto cuando dieron el golpe”. Tres días antes de que la Argentina le declarara la guerra a Inglaterra, el 30 de marzo de 1982, se había llevado adelante una de las mas grandes manifestaciones en contra la dictadura militar, desde su llegada al poder en 1976. En esa manifestación el ejército reprimió duramente, pero ya la fisura del régimen era inocultable. Horacio Ballester, integrante de CEMIDA , recuerda: “Nosotros estábamos en todas las marchas antigubernamentales y estuvimos en esa ocasión en la columna que más se acercó a Plaza de Mayo. Después de esa marcha el Gobierno se dio cuenta de que su situación era insostenible y entonces se largó a la locura de la invasión (de Malvinas) que se produjo tres días después”.
En la madrugada del 2 de abril las Fuerzas Armadas Argentinas lanzan una operación militar sorpresiva, toman las Malvinas y nombran un nuevo gobernador: el General Benjamín Menéndez. Las fotos de los soldados ingleses, rendidos, con las manos en la cabeza recorrieron el mundo y la victoria fue anunciada con bombos y platillos. Frente a la buena nueva multitudes se volcaron a la Plaza de Mayo. Todo parecía indicar que la estrategia comenzaba a funcionarles a los militares.
“Los militares, que estaban por ser derrocados por las manifestaciones populares, son aclamados por haber logrado lo que se considera una anhelo nacional: la recuperación de las Islas Malvinas, y de pronto se vuelven héroes de la patria”.
Durante los dos meses y medio que duró la guerra de Malvinas, los argentinos siguieron de cerca los sucesos, los noticieros daban cada día los partes de guerra. En las escuelas se hacían actividades por los soldados que estaban combatiendo y hasta fue decretada una ley que prohibía la difusión de música en inglés. Como recuerda Facundo Carman, quien en esa época tenía 16 años: “los meses que duró la guerra de las Malvinas en el colegio lo único que hicimos fue juntar plata, escribir cartas a los soldados y mandar chocolates” . En el canal del Estado, en ese momento denominado ATC, se llevó a cabo una gran jornada en solidaridad con la guerra, donde se convocó a los ricos y famosos para que hicieran donaciones. Esa jornada se prologó por más de veinticuatro horas y se lograron recolectar 22 mil millones de pesos y 40 kg de oro. Tanto el dinero como el oro desaparecieron y jamás llegaron a Malvinas. “A la gente le mentían que todo lo que mandaban llegaba a las Malvinas. Yo cuando veo las imágenes que pasaban en los noticieros me da risa porque en las Malvinas no hay árboles, lo que les mostraban eran aviones aterrizando en Comodoro Rivadavia y Río Gallegos” , recuerda Darío González, integrante del Centro de Ex Combatientes de las Islas Malvinas. Pero a los combatientes no sólo no les llegaban las donaciones, tampoco les llegaban los insumos básicos para combatir en las islas. Los soldados de Malvinas vivieron esos 73 días de guerra sin comida, sin abrigo y desarmados. La mayoría no tenía mas de 20 años: “Éramos todos muchachos de 18 años, yo fui con 62 kilos y volví con 45, allá no había comida, a veces íbamos al pueblo a matar ovejas para poder comer. Pero lo peor vino después…” , dice Darío. Sorpresivamente, para una mayoría que sólo accedía a la información a través de los medios masivos de comunicación -que durante 73 días se encargaron de repetir hasta el cansancio slongans triunfalistas como “Vamos ganando” o” Victoria y ahora qué”-, el 14 de junio fue anunciada la derrota argentina en las islas. Esa misma noche las multitudes volvieron a la Plaza de Mayo, pero esta vez para cantar: “Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar”. A partir de aquel día la dictadura comenzó su descomposición final, como afirma Luís Bruschtein: “La dictadura se fue por la derrota de Malvinas, porque la derrota los introduce a ellos en una crisis de la que no pueden salir, ahí empieza a salir la cuestión de la represión interna. Y entonces tienen que pensar en una retirada, sino, se hubiesen quedado y a lo mejor hubiese sido una salida como la chilena o la uruguaya”. Del otro lado del Atlántico los ingleses festejaban la victoria y Margaret Thatcher, lograba la reelección presidencial. Como siempre la posición de Estados Unidos había determinado el curso de la guerra. Un tiempo antes, la potencia había prometido su apoyo a la Argentina en sus reclamaciones territoriales sobre las Malvinas. Y esto ¿por qué? La promesa era parte del pago a la Argentina por haber sustituido a las fuerzas norteamericanas en Centroamérica en su guerra contra los movimientos de liberación nacional que existían en aquella época. Por supuesto, el Presidente Reagan, cuando la posibilidad de una guerra con Inglaterra tomó fuerza, brindó todo su apoyo a la madre imperial, a la madre patria.
El Centro de Ex Combatientes de las Islas Malvinas (C.E.C.I.M) ubicado en la ciudad de La Plata comenzó a formarse a fines del año 82; es el primero de todo el país. Este tipo de organizaciones surgieron, durante los 80s, ante la indiferencia del gobierno a las reivindicaciones de los soldados que habían vuelto de la guerra. La desmalvinización, como afirma Darío, es el olvido hecho política de Estado: “Lo que trataron de hacer es que Malvinas no exista, lo que nos hicieron a nosotros es muy grave, y hasta el día de hoy no lo reconocen, no nos reconocen en salud. Yo quedé sordo por las ondas expansivas, los que comieron muchas ovejas tienen problemas bucales y la pensión mínima recién nos la empezaron a dar en el 95”. Al ser derrotada la Argentina, los soldados dejaron de ser héroes para ser los “loquitos de Malvinas”. “Después empezó lo peor de todo… volver acá. Era preferible haberse quedado en la guerra. La marginación, el ‘vos estas loco’. Los vecinos en vez de venir a saludarte te miraban de lejos. Después, en el 84 y 85 los compañeros comenzaron a suicidarse porque no conseguían trabajo”. Desde 1982 hasta el día de hoy se han suicidado más de 200 ex combatientes, casi la mitad de los que murieron en la guerra. “La sensación que quedó de Malvinas es cómo me usaron, cómo llegaron hasta mi sensibilidad mas profunda para usarme de forro. Eso produjo un efecto posterior donde la gente prefería ni hablar del tema Malvinas y como víctimas de esa reacción quedaron los pibes de la guerra”, agrega Luís Bruschtein Las Malvinas hoy En la actualidad, las Malvinas siguen siendo una deuda pendiente con nuestra soberanía. Poco se difunde el gran valor que ese territorio posee, qué es lo que tiene que lo hace tan deseable para Inglaterra para justificar su ocupación colonial. Las Islas Malvinas tienen una ubicación estratégica ya que se encuentran a 500 km del paso interoceánico ubicado en el Estrecho de Magallanes, posee grandes reservas proteicas por la cantidad de krill que abunda en esos mares y además posee petróleo. Algunos analistas afirman que en el archipiélago donde se ubican las Islas Malvinas existen reservas probables de petróleo, casi, de la misma cantidad que tiene Venezuela en la actualidad. Hoy en día no son pocas las petroleras interesadas en Malvinas. Durante la semana pasada el gobierno argentino dio señales a Inglaterra sobre esta cuestión. El martes dio por finalizado el acuerdo firmado en 1995, sobre explotación y exploración en las Islas. Y el viernes, el Ministro de Planificación De Vido anunció que no podrán operar en la Argentina empresas petroleras que exploren, exploten o realicen todo tipo de tarea logística en “nuestras islas Malvinas” bajo la legislación británica. En cuanto a las reclamaciones territoriales Inglaterra ha manifestado reiteradas veces que no tiene ninguna intención de negociar su estatus en Malvinas. El Presidente Blair, por su parte, declaró en estos días que él hubiese hecho lo mismo que Margaret Thatcher. Poniendo de manifiesto una vez más que la soberbia colonial no tiene límites


Extraido de un articulo de Florencia Mujica

Todo mis respeto para los muertos y sus familiares, recordemos como los que son HEROES honremos su memoria

1 comentario:

Arleqino dijo...

excelente tu blog!