Verbalizar el adiós nunca es fácil.
No importa el tiempo de preparación que pusiste en ello, sabiendo que es definitivo.
Cuando la persona es realmente especial para ti, decirle adiós siempre te resultará difícil.
Sobre todo cuando te acompaño una parte importante de tu vida.
La impotencia y bronca que sientes en muy honda, sabes que no puedes echar atrás el tiempo, que nada se puede arreglar…ni cambiar.
Siento que me despido de mi mismo, una importante parte de mi, se esta yendo, arrancándome una parte de mi alma y tengo una sensación de vacío.
No quiero decir adiós… pero es inevitable
No me resigno a decir adiós… pero es inexorable
Odio decir adiós… pero no puedo contra la naturaleza y la vida que se escurre entre mis manos
Me resigno a decir adiós… porque no puedo retener más esta agonía
El tiempo y su paciencia nos reencontraran en otro momento
Solo resta esperar el momento de decir adiós
Siento que me despido de mi mismo, una importante parte de mi, se esta yendo, arrancándome una parte de mi alma y tengo una sensación de vacío.
No quiero decir adiós… pero es inevitable
No me resigno a decir adiós… pero es inexorable
Odio decir adiós… pero no puedo contra la naturaleza y la vida que se escurre entre mis manos
Me resigno a decir adiós… porque no puedo retener más esta agonía
El tiempo y su paciencia nos reencontraran en otro momento
Solo resta esperar el momento de decir adiós
2 comentarios:
Hay un momento para amar, para cuidar, para crecer, para aprender. Nunca, nunca nos enseñaron "Cómo decir adiós".
Buena reflexión. Saludos
Nunca es fácil el decir adiós.
Y siempre es más difícil encontrar el momento "idóneo" para decirlo y es en ese lapso al que denominamos agonía.
Un abrazo!!!
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